miércoles, 23 de diciembre de 2015

VALLES DE NAVARRA (2) - Noviembre 2015

El Valle de Baztan
El segundo día de nuestra estancia en Navarra lo dedicamos a hacer un pequeño recorrido por el Valle de Baztan, que quedó más o menos así: 



El Valle de Baztan es un valle pirenaico en el corazón de Euskal Herria que algunos llaman la "suiza navarra", debido a su increíble paisaje forestal, amplios campos verdes, riachuelos cristalinos, etc. El Valle incluye 15 localidades diseminadas por un territorio que acaba siendo el municipio más extenso de Navarra.
A 20 minutos en coche de Narbarte, nuestro campo base, se localiza el pequeño pueblo de Amaiur (Maya en castellano). La Villa de Amaiur pertenece desde finales del siglo pasado al municipio de Valle de Baztan; hasta entonces había sido independiente. Fue construido siguiendo el Camino de Santiago de la zona de Baztan (prueba de esto es la fuente para peregrinos que encontramos en la entrada) y es un auténtico pueblo-camino, ya que su única calle comienza traspasando el arco de medio punto a su entrada y acaba en las faldas del monte Gaztelu.



Su precioso nombre euskera, Amaiur, tiene tanto simbolismo que ha sido tomado por la coalición política que defiende la autodeterminación de Euskal Herria, debido a que este lugar fue uno de los últimos reductos de resistencia durante la Conquista de Navarra. En lo alto del monte Gaztelu hay un monolito conmemorativo del sitio sufrido por los habitantes de Amaiur.
Antes de entrar al pueblo propiamente dicho, encontramos la Iglesia y el molino que aún funciona y puede visitarse. Una vez pasado el arco de entrada, podemos recorrer su calle principal flanqueada por caserones y palacios hasta la salida del pueblo.






Finalizada la visita a Amaiur, como somos tempraneros y nos queda mucha mañana por delante, decidimos dejar de un lado los pueblos y hacer una excursioncilla. Así que cogemos la carretera de vuelta hacia el sur y enseguida nos desviamos para llegar a Erratzu, otra pequeña localidad baztandarra donde paramos a tomar un café. Además del casco urbano, con los típicos caserones y palacios de la zona, Erratzu cuenta con tres barrios dispersos. Uno de ellos es Gorostapolo, a donde nos dirigimos para tomar el camino a Xorroxin urjauzia (la cascada de Xorroxin). Partiendo de la ermita de los Dolores, bajamos por un camino empedrado que acaba internándose en un bosque húmedo y umbrío de hayas, castaños y robles. El recorrido dura unos 40 minutos y va siguiendo el curso del río Iñarbegi (en algunos sitios hay que cruzarlo) hasta llegar a la poza donde cae la cascada. El sitio es de una belleza excepcional y no nos extraña que sea origen de leyendas y personajes mitológicos como las lamias, sirenas con pies de pato que peinan sus cabellos a orillas del río.





Como el hambre ya nos aprieta, volvemos sobre nuestros pasos y cogemos el coche. Paramos en la carretera que va de Erratzu a Arizkun, en el bar-restaurante Uxoa. Está justo al lado de una quesería tradicional. No tenemos referencias pero vemos que hay muchos coches y furgonetas aparcados a la puerta, lo que nos sugiere que debe estar bien. La verdad es que no nos equivocamos, comimos un menú casero de lentejas, filete de ternera y Xamin Goxo (algo así como delicias de limón) para chuparse los dedos.
Y de aquí, a hacer la siesta, que estamos de vacaciones no?

RELATO DE VIAJE AL VALLE DEL BAZTAN, por Miriam

viernes, 18 de diciembre de 2015

VALLES DE NAVARRA (1) - Noviembre 2015

Todos los años nos guardamos unos días de vacaciones para hacer una escapada otoñal. Y acostumbramos a ir a alguna zona rural, con bosques para pasear y buena gastronomía. Este año hemos escogido la montaña de Navarra. La idea era conocer el Valle del Baztan y alrededores y la verdad es que venimos encantados. Este es un relato de viaje al Valle del Baztan durante el mes de Noviembre de 2015.

Nos desplazamos a Navarra en tren. El recorrido Barcelona-Pamplona se hace en apenas 4 horas que, entre siestecita, lectura y café se pasan rápidamente. El resto del viaje, lo hicimos en coche.
Nos alojamos en la localidad de Narbarte, a unos 40 minutos de Pamplona. Narbarte es un pequeño pueblo que pertenece al municipio de Bertizarana, del cual es su capital. Allí reservamos un apartamento de 2/3 plazas, el Petitxenea, amueblado de manera rústica, super limpio y con un pequeño jardín privado con columpios, tumbonas, barbacoa... Lástima que a las 18h ya es noche cerrada y lo aprovechamos poco. La ubicación, genial para conocer la zona.

El Valle transfronterizo de Xareta:
El primer día, domingo, decidimos coger el coche y ver el área más al Norte de Navarra y además escaparnos a Francia. El recorrido que hicimos fue este: 





Buscando información sobre la zona habíamos descubierto que dos de los pueblos más bellos de Francia, Ainhoa y Sare, están a tiro de piedra de Narbarte (no más de 25 minutos) y allí que nos fuimos. En principio, pasar la frontera francesa en Dantxarinea no representa ningún problema, pero nosotros fuimos justo dos días después de los atentados de París y tardamos más de lo previsto en cruzarla. Había policia armada por todas partes.

La primera parada fue Ainhoa.

Ainhoa es un pueblo muy cercano a la frontera con Navarra que pertenece al departamento francés de Aquitania. Su única calle está flanqueada por las típicas casas blancas de la zona, con sus balcones y ventanas de vivos colores, rojo sobre todo. Estas casas, además de viviendas, albergan tiendas, restaurantes y alguna galería de arte. A medio camino, encontraréis el bonito cementerio de Ainhoa, con sus tumbas cuidadísimas y llenas de flores. Algunas de ellas presentan curiosas estelas discoidales de varios siglos de antigüedad, representación del arte funerario vasco. Adosada al cementerio, la Iglesia de la Asunción. Una vez visto el cementerio, si seguís paseando por la calle, llegaréis al centro del pueblo, la plaza del frontón y el ayuntamiento.










Desde Ainhoa nos desplazamos a Sare. Este pequeño pueblo también consta de una calle principal que va a parar al núcleo central, la plaza, donde encontraréis el ayuntamiento, el frontón y la Iglesia de San Martín. Una vez más, la arquitectura de la zona, labortana se llama, se hace presente aquí. Como nos estaba haciendo un día soleadísimo, nos sentamos a tomar un café au lait acompañado de gâteau basque en una terracita situada en un lateral de la iglesia. El gâteau basque (pastel vasco) es un dulce tradicional de masa quebrada y normalmente relleno de crema. No dejéis de probarlo.
Los pueblos son muy bonitos, pero sin duda el entorno hace que valga la pena desplazarse. Los campos verdes salpicados de caseríos y rebaños de ovejas son una maravilla. Nosotros no tuvimos oportunidad de disfrutarlo pero hay un tren turístico que lleva al Monte Larrun en unos 30 minutos, desde donde se puede contemplar el precioso paisaje vasco.



Por último y ya con la idea de comer algo, volvimos a cruzar la frontera para acercarnos a Zugarramurdi. Este último pueblo es un pelín más grande que los dos anteriores, contando con unos 250 habitantes. El núcleo, limpio y bien cuidado, está formado por caserones enormes y la imponente Iglesia de la Asunción. El estilo arquitectónico de las casas es diferente al de Sara y Ainhoa. Al ser tan turístico encontramos restaurantes y tiendecitas por todas partes. Pero no son los caseríos los que nos traen a Zugarramurdi, ya que en realidad este nombre viene asociado a historias de brujas y aquelarres. En este caso, no podemos decir que sean leyendas sino historias muy ciertas, ya que durante el s. XVI se llevó a cabo en esta zona una verdadera caza de brujas por parte de la Inquisición. Todas estas historias se dan a conocer en el Museo de las Brujas (Sorginen Museoa) y en la Cueva de Zugarramurdi, los verdaderos objetivos de la visita.





Tras dar una vueltecilla por el pueblo, pero antes de ir a ver las cuevas, buscamos un sitio para comer. Ligeramente alejado del centro, localizamos un restaurante donde comimos fenomenal. El restaurante se llama Graxiana y tiene un amplio comedor y una gran terraza. La decoración está ambientada en las brujas, lo que a los niños que había por allí les encantaba. Tienen un menú por 12 euros que está genial y también disponen de menú infantil. Recomendado.

Ya con el buche lleno, nos vamos en busca de la famosa Cueva. Ésta se encuentra a unos 500 m de Zugarramurdi y hay que darse un paseillo por un camino perfectamente señalizado que sale del pueblo y que también pasa por delante del Museo. La entrada nos cuesta 4 euros por cabeza.
La cueva es un gran agujero, que en algunos lugares llega a tener hasta 12 m de altura, situado en un bonito enclave natural. Cuentan que este túnel, excavado por el Orabidea, fue el escenario de los aquelarres y rituales mágicos llevados a cabo por las brujas siglos atrás. Nosotros hicimos el recorrido, a un ritmo muy lento, en aproximadamente una hora.
Al salir de la Cueva nos dirigimos al Museo. Como somos especialistas en no llevar nada preparado con antelación, desconocíamos los horarios, así que nos lo encontramos cerrado y nos dio pereza esperar a que abrieran. Así somos, quedará para otra vez.





RELATO DE VIAJE AL VALLE DEL BAZTAN, por Miriam