miércoles, 25 de octubre de 2017

VACACIONES EN CRETA (III) - Junio/Julio 2017

Viene de Vacaciones en Creta (II)

Chania

Nuestro apartamento en Creta estaba relativamente cerca de Chania (unos 4 Km) y por este motivo nunca llegamos a hacer una visita turística “como dios manda” a la ciudad. En realidad, lo que hicimos los tres días que estuvimos en la zona oeste de Creta fue aprovechar la piscina del apartamento por las tardes y, cuando empezaba a bajar un poco la temperatura infernal ya hacia las 19-20h, nos íbamos a pasear. Callejeando por aquí y por allí, conocimos Chania. No sé si es que teníamos buena suerte, pero aparcar el coche nos resultó siempre fácil (fuera del casco antiguo, en la zona más comercial). Chania (pronunciado Janiá) es la segunda ciudad en número de habitantes de la isla tras Heraklion, la capital,  pero sin duda es la más turística. A pesar de que no es una ciudad pequeña, su casco histórico es bastante “manejable”. Se divide en cuatro barrios: “Evraiki”, el barrio judío; Kastelli, Topanas y Splantzia; aunque si digo la verdad, no éramos conscientes de las fronteras entre unos y otros.

A título personal, la zona que más nos gustó sin duda fue el barrio judío. Es un entramado de calles, callejuelas, plazas y escaleras, con tiendecitas y tabernas por doquier. A nosotros nos resultó muy atractivo. Cualquier rincón vale para colocar unas sillas de colores, un tapiz o una lámpara. Este barrio se extiende en el extremo oeste del puerto, por detrás de la Fortaleza y el Museo Naval (es decir, hacia el sur). Además de hacer mil fotos, una de las noches nos sentamos en una de las tabernas del barrio para cenar una ensalada griega y unas sardinas a la brasa para chuparse los dedos. Lo mismo pensaba el gato que nos merodeaba todo el rato, jejeje. Os reto a que localicéis la sinagoga, está bastante escondida, pero nosotros la encontramos!  


El barrio hebreo de Chania

Barrio Judío

Barrio Judío

Sardinas a la brasa!

A continuación del barrio judío, otra de las zonas que más paseamos fue la concurridísima calle Chalidon (o Halidon) y la zona peatonal que queda a su derecha (mirando al mar). Esta calle es una arteria que atraviesa el casco antiguo, desde la ciudad moderna hasta la Fuente y el Puerto Veneciano. El primer punto de interés (para nosotros, claro) fue la calle artesanal por excelencia, la calle Skridlof o  calle de la piel; un estrecho pasillo semicubierto por toldos, flanqueado por tiendas de marroquinería y alguna joyería. Ese olor a piel te traslada directamente a cualquier zoco.  Allí compramos nuestros únicos souvenirs, dos bolsos y unas sandalias que llevamos orgullosos el resto de las vacaciones. Qué pena no tener ninguna foto buena, había tanta gente que era sumamente dificil!

Calle de la piel en Chania

Volviendo a Chalidon y caminando hacia el puerto nos encontramos con la Catedral Ortodoxa en la Plaza Athinagora, que está llenísima de gente a todas horas. En esta zona, también peatonal, disfrutamos de unas cervecitas frescas acompañadas de tapa griega.


Catedral de Chania

Tapeo cretense

Un poco más adelante está el Museo Arqueológico (nosotros no entramos) y el punto final de la calle Chalidon, que es la Plaza Sintrivani (o El.Venizelous, depende donde se lea). Aquí encontramos la famosa fuente veneciana de mármol blanco, que a mí personalmente no me dijo mucho, pero que sin duda es una estampa muy conocida de la ciudad. 


Plaza Venizelos

Esta plaza da paso al archifotografiado Puerto Veneciano de Chania, otro de los “top” del viaje. La verdad es que el puerto es mucho puerto y HAY que verlo, aunque dependiendo de la hora es un hervidero de gente y pasearse tranquilamente puede parecer misión imposible. Tiene forma de media luna (aproximadamente, eh), en un extremo de la cual encontramos el Faro. Construido por los Venecianos a finales del s .XVI con alguna restauración posterior por parte de los Egipcios, es uno de los más antiguos del Mediterráneo que aún se conserva aunque actualmente no está en funcionamiento. Justo enfrente del faro, en el otro extremo de la media luna está la Fortaleza Firkas, que antiguamente protegía el puerto y hoy alberga el Museo Naval. Entre ambas puntas está el paseo marítimo, con sus casas de colores, muchas de ellas históricas y que albergan restaurantes y tiendecitas en los bajos; a continuación la Mezquita de los Jenízaros o mezquita del mar, quizás el edificio más emblemático de la ciudad. Este pequeño edificio fue construido en el  s.XVII  durante la época turca y es una de las pocas muestras de arte islámico del Renacimiento. Actualmente acoge exposiciones y otros eventos. Más allá, encontraréis los antiguos arsenales.


Faro y mezquita en el Puerto Veneciano

Puerto de Chania


El Faro

Chania

Chania

Axos

Como ya había explicado antes, los últimos días que pasamos en Creta nos cambiamos de alojamiento. Además de ver la cara más turística y conocida de la isla, nos apetecía pasar un tiempo en un entorno más rural, menos “contaminado” y más tranquilo. Buscamos un agroturismo en internet y localizamos uno que nos llamó muchísimo la atención. Allí pasamos el fin de semana previo a la vuelta Atenas. El establecimiento se llama Enagron Ecoturismo y es espectacular, así sin más. Es bastante más caro de lo que nosotros solemos frecuentar, pero es un sitio muy especial. Así que nos dimos el capricho. Cuenta con una piscina tan bien diseñada que se camufla con el entorno. De día para uso de los clientes y por la noche se llena de ranas, un espectáculo para los niños. El restaurante es de comida tradicional buenísima, hay spa (nosotros no lo probamos) y además organizan actividades tipo talleres sobre hierbas medicinales de su propio huerto, cocina (hacer pan, hacer queso...) o excursiones por el entorno. Yo le pongo un 10, nos encantó.

Enagron Ecoturismo

Enagron Ecoturismo

Enagron Ecoturismo

Enagron Ecoturismo

El resort está situado al fondo de un escarpado valle en la falda del Monte Psiloritis, en la provincia de Mylopotamos. Pertenece a la pequeñísima localidad de Axos, una de las más antiguas de la isla, habitada desde el origen de los tiempos. Recorriendo sus enrevesadas calles nos dio la sensación de estar en una peli de cine de barrio, de esas de los años 50. Señoras vestidas de negro riguroso, rebaños de cabras, casas a medio encalar, señores descamisados sentados en las tabernas…  Puede verse, en horario pactado, una pequeña exhibición de oficios tradicionales, como los telares o el pastoreo. También hay varias iglesias, que están cerradas pero pueden visitarse si encuentras la persona que tiene la llave. La carretera para llegar hasta allí es una curva tras otra, pero la zona es preciosa y alterna montes de más de 2000 metros y valles sembrados de olivos.

Muestras de artesanía en Axos

Muestras de artesanía en Axos

Calles de Axos
Los rebaños vuelven a casa por la tarde

Agios Ioannis, Axos

Alrededor de Axos hay muchos pueblos similares, altamente rurales. No nos paramos a visitarlos pero la mayoría están unidos entre sí por carretera principal y nosotros atravesamos unos cuantos en nuestro camino desde Chania  y después hacia Heraklion. La sensación es que están anclados en el siglo pasado y que el tiempo allí debe pasar muyyyy despacio. Totalmente al contrario que en los hiperturísticos pueblos de la costa, que en realidad están sólo a unos kilómetros de distancia.

A pesar de que estábamos en un estupendísimo resort y a pesar de que ese ardiente fin de semana alcanzamos los 45 grados, somos culos de mal asiento. En nuestro plan inicial no estaba el visitar el Palacio de Knossos, pero visto que estábamos a unos 60 km, no pudimos evitar el madrugar la mañana del domingo y desplazarnos unas horas para ver el recinto arqueológico. ¿Y si no volvemos a Creta nunca más?  Pero como decía Ende, eso es otra historia y debe ser contada en otra ocasión.

Continuará...

RELATO DE VIAJE A CRETA, por Miriam.