sábado, 9 de noviembre de 2019

VACACIONES EN LA PALMA (III) - Julio de 2019

Viene de  Vacaciones en La Palma (II)

EL ROQUE DE LOS MUCHACHOS

Nos había gustado ver las montañas de La Palma desde abajo en nuestra pequeña excursión por la Caldera de Taburiente, pero… ¿qué tal subir a alguna de las cimas? Y como no podía ser de otra manera, escogimos el pico de Roque de los Muchachos para ver La Palma desde las alturas.



Evidentemente no es una elección al tuntún, el Roque de los Muchachos es un imperdible de la isla por varios motivos: es el pico más alto, con alrededor de 2400 m de altura, siendo así un mirador excepcional hacia la caldera. También pueden verse las islas canarias más cercanas y, si se tiene suerte, el “mar de nubes” que se forma a sus pies. Pero además, es el lugar donde está emplazado el Observatorio del Roque de los Muchachos, uno de los conjuntos de telescopios más completos del mundo.

Área del Observatorio y mar de nubes
El observatorio pertenece al Instituto de Astrofísica de Canarias y sobre todo está dedicado a la observación nocturna (aunque una pequeña parte se dedica a la Física Solar). Así, diseminados por la parte superior del roque, tenemos la oportunidad de ver varios de los telescopios más importantes del mundo: el Gran TECAN, los telescopios MAGIC, o el Galileo, por mencionar los más conocidos. Eso sí, son espacios privados y solo pueden verse desde fuera (aunque pueden contratarse visitas guiadas). Y es que La Palma no solo tiene la consideración de  Reserva de la Biosfera por su diversidad biológica y cultural, sino que también tiene el título de Reserva Starlight gracias a la calidad de su atmósfera. Tanto es así que ésta está protegida por la conocida como “Ley del Cielo”, que se encarga de regular aspectos como la contaminación lumínica, radioeléctrica y  atmosférica y también el tráfico aéreo sobre los telescopios. Vamos ¡que los amantes del turismo de estrellas están encantados!


El Gran TECAN (Gran Telescopio Canarias)

MAGIC I y MAGIC II (Major Atmospheric Gamma-ray Imaging Cherenkov)
Y los amantes del senderismo y de los paisajes fascinantes también. En este área no solo está el observatorio, sino que hay una red de senderos que enlazan diversos miradores y picos de montaña que no bajan de los 2000 metros.

El contrapeso a tanta maravilla es que para llegar hasta allí hay que tragarse una carretera con curvas de infarto, no apta para personas con mareos. Desde nuestra ubicación en Los Cancajos hasta El Roque hay apenas 50 km que hacemos en: ¡hora y media! Así que entre subir, bajar, pasearse y hacer fotos, le dedicamos toda una mañana. Ah, y abrigaos que hace fresquete. Estamos a 2400 metros.

EXCURSIÓN A LOS TILOS

Aunque la visita a El Roque se lleva su tiempo, la verdad es que es más bien relajada y no requiere ningún esfuerzo físico. Así que el siguiente día quisimos que fuese un poco más movido y además también nos apetecía cambiar de decorado. Y para esto La Palma es única, por la diversidad de paisajes que podemos encontrar en tan poco espacio.

Nos dirigimos al norte por nuestra ya conocida LP-1, para llegar al Centro de Visitantes del Área de los Tilos, desde donde parten diversas excursiones por una zona de la isla más que fascinante. Puede parecer un tópico pero es que es así: según llegamos a Los Tilos nos parece estar entrando en un bosque prehistórico, tal como debían de ser hace millones de años… hectáreas y hectáreas de laurisilva (bosque subtropical) y agua por todas partes. Aquí es donde el apodo de “la isla verde” toma todo su sentido. Helechos gigantes, árboles altísimos que no dejan pasar la luz, musgos y líquenes. El bosque de Los Tilos ya se consideró Reserva de la Biosfera antes de que el título lo ostentara la totalidad de la isla.

Inicio de la excursión
Una vez aparcado el coche en el área de visitantes nos disponemos a realizar la excursión más sencilla, atravesando el corazón del bosque hasta llegar al Mirador del Espigón Atravesado, que permite observar desde arriba todo el Barranco del Agua. Será el punto final de nuestro camino. La ruta tiene nombre, lo veremos en el cartel al inicio del sendero: Un balcón atravesado entre las brumas. Poetas que no falten. Si a alguien le apetece andar un poco más, la excursión estrella no es ésta sino la que va a parar a los Nacientes de Marcos y Cordero, que es bastante más larga y dura. También tiene mayor recompensa, supongo.

Nuestra ruta jurásica discurre por una pista forestal siempre al lado del río. Hay muchísima humedad y la mayor parte del camino no vemos la luz del sol, así que hay que ir preparados con ropa y calzado adecuados. La excursión es una joya, no hace falta ser un entendido para darte cuenta de que estás pasando por un lugar excepcional. En nuestro caso, llegamos al mirador en medio de una espesísima niebla que hacía honor al nombre de balcón entre brumas, y que no nos permitió disfrutar de las vistas hacia el barranco. Pero, ¿y qué? El camino hasta aquí ya vale la pena. Tardamos un poco más de dos horas en ir y volver.

Bosque de Los Tilos
Bosque de Los Tilos
Tras desandar lo andado nos dirigimos a San Andrés y Sauces, localidad a la cual pertenece el área de Los Tilos. Es un municipio relativamente grande y hay que tener claro qué es lo que se quiere ver, ya que tiene varios puntos de interés. Nuestro GPS nos llevaba constantemente al centro de los Sauces que es donde está el ayuntamiento y demás, cuando lo que andábamos buscando era el casco histórico. Éste está en la zona costera de la localidad. Lo mejor es buscar un punto de referencia como la Iglesia de San Andrés. La Villa de San Andrés es un núcleo antiquísimo compuesto por un conjunto de callecitas con casonas típicas canarias, cada una de un color y con balconadas de madera dirigidas hacia el mar. En el centro se encuentran la iglesia y la Plaza de la Villa y alrededor un entorno paisajístico espectacular, con el mar de plátanos en primer plano y el océano más allá.

La Placita de San Andrés
Para finalizar el día nos acercamos a ver la piscina natural del Charco Azul, un poco más al norte. Es un lugar bastante conocido y sale en todas las guías turísticas pero a nosotros no nos tentó lo suficiente, así que decidimos aprovechar nuestra propia piscina en Los Cancajos.

VOLCANES Y FARO DE FUENCALIENTE

Este es nuestro último día de turisteo en La Palma y a pesar de que siempre quedan cosas en el tintero, parece que hemos aprovechado bien la semana de vacaciones y que volveremos más cansados de lo que nos fuimos…

Parece mentira pero aún no hemos visitado la punta sur, todas nuestras excursiones han sido tirando hacia arriba, así que ya toca. Hoy nos vamos a ver volcanes, otro cambio de decorado espectacular y en las antípodas del que vimos ayer. Pasaremos del frondoso bosque subtropical a la zona más árida.

Nos dirigimos directamente al Centro de Visitantes del Volcán San Antonio. A diferencia del resto de lugares que habíamos ido visitando a lo largo de la semana, este centro cobra una entrada de 5 € por persona (2019) para acceder al sendero que lleva a ver el cráter del volcán. El recorrido no tiene dificultad alguna y es bastante corto. La verdad es que no acabamos de entender lo de cobrar entrada. En este pequeño paseo se camina por el borde del cráter, que se aprecia perfectamente y tenemos unas vistas espectaculares del resto de volcanes que van salpicando el paisaje hasta llegar al mar. Entre ellos está el Teneguía, que tiene el título de volcán más joven de La Palma y que “nació” en 1971.


Volcán San Antonio

Volcán San Antonio

Mirador del volcán
Desde aquí mismo puede seguirse una ruta senderista que lleva al Faro de Fuencaliente en la punta sur de la isla, pero no es una ruta corta y además es lineal. Nosotros decidimos volver a coger el coche e ir a buscar la LP-207, que lleva al faro. Durante el camino de bajada disfrutamos de un paisaje volcánico de lo más sugerente, primero entre viñedos y después totalmente árido, que nos llevó a parar varias veces para tomar fotos y más fotos. También nos acordaremos siempre del vientazo que hacía en aquel lugar, tan bestia que no nos dejaba cerrar las puertas del coche. En algún momento tuvimos que cogernos de la mano porque el viento nos empujaba demasiado ¡qué sensación!

Carretera a las salinas

Carretera a las salinas - vendaval

Carretera a las salinas
El área del Faro de Fuencaliente tiene dos zonas interesantes: el faro en sí mismo y las playas de arena negra y las salinas que lo rodean. En realidad existen dos faros, ya que uno de ellos quedó medio destrozado tras la erupción del Teneguía y construyeron otro al lado.

Salinas de Fuencaliente
Por otro lado merece pasear por las salinas, que están totalmente en activo y producen sal de gran calidad. Es un paraje extraño e interesante de observar. Por lo visto además del lado económico tiene gran interés científico, ya que es zona de paso de aves migratorias y fuente de elevada biodiversidad. Aficionados de la ornitología, botánica y otros menesteres, además de investigadores tienen aquí una zona de máximo valor ecológico.

Salinas de Fuencaliente
Con esta excursión se acaban nuestros 7 días de vacaciones de verano. Ha sido corto pero no hemos parado quietos. Eso sí, lo hubiéramos disfrutado más si el apartamento que alquilamos hubiera estado en la zona oeste, la zona de sol. Sin quitarle el mérito a la playa de Los Cancajos, que es bien bonita, no pudimos bañarnos en ella (ni prácticamente en la piscina del hotel). Pero de todo se aprende, ¿no?


RELATO DE VIAJE A LA PALMA, por Miriam.

sábado, 17 de agosto de 2019

VACACIONES EN LA PALMA (II) - Julio de 2019

Viene de Vacaciones en La Palma

LOS LLANOS DE ARIDANE Y TAZACORTE

Nuestro primer día entero en tierras palmeras era domingo y nos apetecía sol y playa, así que decidimos que lo mejor que podíamos hacer era coger el coche y atravesar el fascinante Túnel de la Cumbre (por un lado nubes y viento, por el otro sol y calorazo) en busca de un clima más benigno.

En unos 45 minutos nos plantamos en el área conocida como Valle de Aridane dejando atrás el verdor de la laurisilva y cambiándolo por el verdor de las plataneras. Hay que decir que aunque sobre el mapa las distancias parecen más cortas, La Palma precisamente se caracteriza por la elevación de su territorio. La isla nació de la explosión de un volcán submarino situado a 4000 metros bajo el nivel del mar; en números absolutos su pico más alto, el Roque de los Muchachos, tiene más de 6000 metros de altura. Ahí es nada…


De manera que 30 km sobre el papel es un largo trayecto en realidad, ya que todas y cada una de sus carreteras son curvas y más curvas montaña arriba y después montaña abajo.

Los Llanos de Aridane es una localidad importante en La Palma, tanto turística como económicamente. De hecho, la impresión que nos llevamos fue que había más animación y movimiento que en la capital. El casco histórico es peatonal y está formado por un conjunto de callecitas con casas de colores. Entre ellas destaca la Plaza de España y la Iglesia de la Virgen de los Remedios. Estos son sitios de encuentro de vecinos y visitantes y lugares de visita obligada. 

Los Llanos de Aridane

Los Llanos de Aridane

Los Llanos de Aridane
Alrededor de este núcleo antiguo encontramos la zona más moderna de la ciudad. Pero más allá de toda esta zona habitada, varios barrios más del municipio se extienden por el Barranco de las Angustias llegando hasta el mar. Y esto es lo que realmente nos impresionó. Además de algunas casas diseminadas, hectáreas y hectáreas de cultivos de plátanos, hasta donde alcanza la vista. El suelo volcánico y la luminosidad entre otros factores hacen que el lugar sea ideal para esta actividad agraria. El agua se canaliza desde los manantiales de la Caldera de Taburiente. Parece mentira que un fruto tan común para nosotros como es un plátano, pueda generar un paisaje tan bonito.

Plátanos hasta donde alcanza la vista
Plátanos hasta donde alcanza la vista
Siguiendo “la ruta del plátano” nos desplazamos a Tazacorte con el objetivo de visitar también su casco histórico. Nos acercábamos al mediodía y realmente hacía calor (nada que ver con Los Cancajos), así que aunque el lugar es muy, muy bonito, hicimos una visita un pelín fugaz. Una vez aparcado el coche dimos un corto paseo por la Avenida de la Constitución, que atraviesa el pueblo y que además es un increíble balcón-mirador hacia el mar, los cultivos de plátanos y el barrio de El Charco.

Avenida de la Constitución preparada para el "Love Festival"
Hacia este último nos dirigíamos. Está perfectamente señalizado en la misma avenida. En este rincón de Tazacorte se puede realizar un breve itinerario paisajístico que discurre entre casas tradicionales canarias y  fincas plataneras. También están los antiguos lavaderos y el Museo del Plátano. La verdad es que es uno de los lugares que más nos gustó ver y además estábamos solos. Desde aquí se puede bajar hasta la playa de Tazacorte por el Paseo Litoral, pero la verdad es que el acceso estaba mal señalizado y dado que el paseíto no es corto precisamente, decidimos no hacerlo.

Fincas de plátanos en Tazacorte
Barrio de El Charco
Barrio de El Charco
En cambio volvimos sobre nuestros pasos a recoger el coche, pero en lugar de hacerlo otra vez por la avenida por donde habíamos venido, nos desviamos unos metros para pasear por la zona más nueva de Tazacorte. Esto nos permitió echar un vistazo a la plaza de la iglesia y otros rincones con encanto.


Tazacorte

Tazacorte

Tazacorte
Y sin más dilación, nos fuimos  al Puerto de Tazacorte a buscar un sitio para comer a pie de playa. En este momento averiguamos dónde se metían todos los turistas, ya que hasta ahora no habíamos visto aglomeraciones por ningún sitio. Confirmamos así, que si se quiere tranquilidad hay que alojarse en la parte de barlovento...

Unos kilómetros al sur de Puerto de Tazacorte está Puerto Naos, un municipio playero que pertenece a los Llanos de Aridane y que se considera el principal núcleo turístico de La Palma. La playa es de las más cotizadas de la isla y tiene todos los servicios. Allí volvimos varios días más adelante a pasar una mañana tumbados a la bartola, dado que la playa de Los Cancajos no se quitó de encima esa nube eterna en toda la semana..,

LA CALDERA DE TABURIENTE

El lunes lo teníamos reservado para ir de excursión a la Caldera de Taburiente. Es uno de los cuatro Parques Nacionales de las Canarias y está situado en el norte de La Palma.

Si miramos un mapa en 3D o una maqueta apreciamos que la isla tiene forma de corazón, que es absolutamente montañosa y que en la parte superior presenta como un “bocado”, como si le faltara un trozo. Y este bocado es la Caldera de Taburiente. El parque es un circo de montaña de unos 8 km de diámetro, rodeado de altísimas cumbres. Se cree que se formó por sucesivas explosiones volcánicas alternadas con desprendimientos gigantescos de tierra, que le dieron su forma actual. 



El lugar típico de entrada al parque es el Centro de Visitantes de El Paso, donde os darán información sobre qué ver y hacer según el interés de cada uno. En nuestro caso, esta era una de las pocas jornadas que traíamos organizadas desde casa y sabíamos qué queríamos hacer y dónde había que ir. Teníamos interés en realizar un recorrido circular de poca dificultad, que pasa por varios miradores (Cumbrecita, Lomo de Las Chozas y Los Roques) y que puede completarse en unas 2 horitas a ritmo muy lento.

El punto de inicio, la Cumbrecita, está a unos 7 km del Centro de Visitantes. Si se quiere acceder en coche a este punto para ahorrarse la caminata previa hay que pedir permiso. En la Cumbrecita hay un pequeño parking de unas 20 plazas que pueden reservarse por internet de forma gratuita. Si no tienes la reserva, no te dejan pasar el coche. Hacerlo así nos permitió adentrarnos un poco en el corazón del parque nacional y recorrerlo por dentro. De otra forma solo hubiéramos visto el perímetro más externo.

De ruta por La Caldera de Taburiente

Mirador Lomo de las Chozas
La ruta de los miradores es una de las muchas rutas bien señalizadas que pueden hacerse dentro de la caldera (incluso hay zona de acampada para aquellos que quieran caminar más de un día).


Nuestra pequeña excursión nos sirvió para visualizar de cerca los impresionantes accidentes geográficos de la isla, los escarpados valles tapizados de pino canario, especie endémica, junto a las altas cumbres que superan los 2000 metros.

Esas cumbres que teníamos previsto visitar in situ en breve...

Continuará ...


Relato de viaje a La Palma, por Miriam

lunes, 5 de agosto de 2019

VACACIONES EN LA PALMA - Julio 2019

Hay ocasiones en las que el cuerpo te pide viajar y otras en las que te pide unas buenas vacaciones. Y este año nos pedía eso, descansar. Además sólo disponíamos de una semana libre y por lo tanto el destino tenía que ser (relativamente) cercano y la preparación previa muy sencilla.

Tras darle unas cuantas vueltas al asunto nos decantamos por las Islas Canarias y concretamente por la isla de La Palma. Reúne unos cuantos requisitos: destino nacional, no excesivamente masificado, perfecta para recorrerla tranquilamente en una semana y con buen tiempo casi asegurado. Así que en este relato de viaje a La Palma desgranaremos los más y los menos de nuestra escapadita veraniega.

Como he dicho, los preparativos fueron de lo más sencillo: vuelo directo de Vueling Barcelona – La Palma, con salida el sábado y vuelta el sábado siguiente. Coche de alquiler para una semana. Y por último, apartamento con piscina en la zona de Los Cancajos. Esta fue la única pega del viaje.

Que nos vamos de vacaciones!
La Palma tiene un clima muy similar durante todo el año, lo que para nosotros sería primaveral, manteniéndose casi siempre entre los 20 y los 25 grados. Pero “padece” de un fenómeno meteorológico muy curioso y que hace que la isla se divida en dos zonas climáticas muy diferenciadas: el este y el oeste. Debido a su peculiar orografía, los vientos alisios que soplan en verano provocan una acumulación de nubes en las zonas del norte y del este que dan lugar a unas temperaturas más frescas de lo que cabe esperar. Así, la isla queda dividida por un eje norte-sur en una zona soleada y una nubosa. Esto es importante tenerlo en cuenta, ya que si se persiguen unas vacaciones de sol y playa habría que alojarse en la zona oeste. Justo al contrario de lo que hicimos nosotros (ya he dicho antes que la preparación del viaje fue nula y no íbamos informados). Este fenómeno se aprecia claramente cuando se atraviesa el Túnel de La Cumbre, en la carretera que une Sta. Cruz de La Palma con Los Llanos de Aridane. Un auténtico túnel del tiempo, en el que en pocos km de distancia, la diferencia de temperatura y luz es notable.

Cascada de nubes bajando hacia el lado este vista desde la zona soleada

Cascada de nubes bajando hacia el lado este vista desde la zona soleada
Nubes en la playa de Los Cancajos

El mismo día en Tazacorte
Nuestro plan, que era de lo más básico, consistía en levantarnos sin despertador, desayunar y salir de excursión. Comer por ahí, volver al apartamento para la siesta y por la tarde disfrutar de la playa o la piscina. Pues bien, esta última parte del plan solo la pudieron cumplir los miembros más aguerridos de la familia, ya que con una temperatura de 19-20 grados y un viento que se lo llevaba todo por delante, una no es capaz de bañarse, qué queréis que os diga…

Nuestra preciosa piscina y sus nubes

Santa Cruz de La Palma y Los Cancajos

La primera es la capital de la isla; la segunda es una zona turística a pie de playa, con varios apartamentos y hoteles y algún que otro supermercado y también algún bar. Aquí estábamos alojados nosotros. Ambas zonas están separadas a unos 10 minutos de coche así que varias tardes y ante la imposibilidad del ansiado baño en la piscina, acabamos de paseo por la capital.


Playa de Santa Cruz de la Palma
Cuando digo capital no hay que imaginarse una gran ciudad. Santa Cruz cuenta con unos 15500 habitantes (2019) y por lo que leímos por ahí, este número va disminuyendo. Está ubicada en una gran bahía y rodeada de altísimos acantilados, lo que da a sus calles y plazas una peculiar distribución, cuesta arriba, cuesta abajo. Tiene un gran patrimonio histórico, tanto anterior a la colonización española como posterior, ya que siglos atrás fue un puerto estratégico para los navegantes de rutas atlánticas.

Nosotros la recorrimos de forma un tanto desordenada y sin rumbo fijo. Por un lado la Avenida Marítima con sus balcones de madera, yo creo que la estampa más conocida de Santa Cruz. Paralelas a ésta, las calles O’Daly y Pérez de Brito, las arterias comerciales de la ciudad, que además son una sucesión de plazas y casas de personajes ilustres. Y en un extremo, el Barco de la Virgen, construido a imagen de la Santa María y que ejerce de Museo Naval. Más allá el Castillo de Santa Catalina y la Ermita de las Nieves. Nos queda el recuerdo de una ciudad que parece un pueblín, muy cuidada, agradable, tranquila y fotogénica.


Balcones típicos canarios
Casco histórico de Sta. Cruz
Casco histórico de Sta. Cruz
Un par de noches nos quedamos a cenar al fresco, en dos restaurantes que están situados uno al lado de otro en la placeta que hay justo detrás de los balcones típicos. Siempre los encontramos a tope de gente, la verdad es que la plaza es muy agradable y tentadora y nos pareció que era un sitio de reunión habitual, tanto para los palmeros como para los visitantes. Aquí probamos el Barraquito, el café canario por excelencia, que se compone de leche condensada seguida de un chorrito de licor (suele ser Licor 43) y café con leche hasta completar el vaso. Por encima de la espuma de la leche se espolvorea un poco de canela y se coloca una rodajita pequeña de cáscara de limón. Todo muy instagrameable, jeje. Aunque yo fui incapaz de acabármelo porque aunque estaba bueno es hiperdulce y el dulce no es mi fuerte.

Un barraquito, mi niña!
Los Cancajos es el barrio marítimo donde teníamos fijado nuestro alojamiento. Por lo visto había sido una antigua zona de pesca, ahora reconvertida en el centro turístico de referencia de la zona este de La Palma. Insisto, cuando digo centro turístico no hay que imaginarse Benidorm ni Salou. Jamás encontramos masificación ni construcciones aberrantes en ningún sitio.

El litoral de Los Cancajos es, para mí, espectacular. Metros y metros de playa de arenas negras y rocas volcánicas. No llegamos a disfrutar del agua, por el tema del viento y las nubes que nos acompañaron toda la semana. Pero los paseos por la tarde no nos los perdimos. También nos apuntamos a una actividad nocturna que lleva la empresa Ad-Astra y que consiste en un paseo por el litoral para conocer un poco mejor el Sistema Solar y las estrellas que pueden verse desde allí. No en vano, el cielo de La Palma está considerado el más limpio del mundo y es una referencia mundial para la Observación Astronómica.


Paseo litoral de Los Cancajos

Por cierto, cerca de Los Cancajos está la Villa de Mazo y allí fuimos a parar una noche en busca de un restaurante recomendado en varias webs. Se trata de Casa Goyo, una casa de comidas histórica donde comer pescado fresco y otras delicias canarias. Está justo pasado el aeropuerto y no es difícil de localizar. Tiene una distribución muy peculiar, está todo al aire libre y nosotros también lo recomendamos desde aquí porque cenamos estupendamente.


Las lapas de Casa Goyo

Continuará....

Relato de viaje a La Palma, por Miriam...

miércoles, 19 de junio de 2019

ESCAPADA A NARBONA Y ALREDEDORES (II) - Abril 2019

Viene de Escapada a Narbona y alrededores

Este viaje a Narbona tenía dos puntos fuertes: visitar la Reserva Africana de Sigean y cenar en Les Grands Buffets. Y ambos los teníamos encajados en el mismo día, el sábado de Semana Santa. Esto no fue debido a una mala planificación nuestra o a querer ver cuantas más cosas mejor, sino que las circunstancias mandaron.


Les Grands Buffets es un restaurante muy conocido en la zona, del cual teníamos muy buenas referencias. Cuando programamos una escapada intentamos en la medida de lo posible hacer turismo gastronómico, ya que lo disfrutamos mucho. Así que teníamos claro que queríamos conocer este local. Como he comentado antes es un sitio muy solicitado, de manera que las reservas hay que hacerlas con cierta antelación. En los días que nosotros íbamos a estar por allí quedaba un huequito: el sábado a las 19:00h (como todos sabemos, a la que traspasas fronteras la hora de la cena se adelanta que no veas). Así que este plan era inamovible. Por otro lado, podríamos haber hecho la visita a Sigean el domingo pero la previsión del tiempo pintaba mal. De hecho llovió durante parte de la mañana. Así que fue un acierto adelantarlo al sábado aunque tuvimos que ir un poco más acelerados de lo que nos apetecía.

La Reserva Africana de Sigean es un parque de animales cuyo objetivo principal es la conservación de especies, la mayoría de origen africano, pero también fauna local. Está ubicado entre Perpignan y Narbona. Aquí unas cuantas fotos, profesionales abstenerse de comentarios:










Como su propio nombre indica no es un zoológico al uso, sino que los animales disponen de vastísimas extensiones de terreno donde conviven en semilibertad. Eso sí, están separados por grupos. Los hervívoros juntos, los carnívoros en otro lado, las aves tienen su charca, los reptiles la suya, etc. La mayor parte de la visita se realiza en vehículo propio, circulando por senderos señalizados estrictamente. Los animales se ven según a ellos les plazca ya que, como he dicho antes, están libres y se van paseando por ahí. Así que a unos se les ve de cerca, a otros de lejos y si al león le apetece echarse la siesta detrás de una roca, pues no se le ve. Hay otra parte que se puede ver a pie, en una excursioncilla de un par de horas mínimo.

En general nos gustó la reserva aunque la vimos con cierta prisa. Lo ideal es planificar todo un día allí ya que realmente es inmensa y hay restaurante y zonas de picnic así que se puede comer allí mismo. E ir temprano, claro, porque los festivos se forman unas colas espectaculares en las taquillas de entrada. Otro truco, si no os queréis pasar allí todo el día, es ir después de comer (teniendo en cuenta el horario de cierre). La afluencia de visitantes es mucho menor.

Aquí el primate mirando al horizonte
Y de la sabana africana, a casa a descansar y a adecentarnos para nuestra cena en Les Grands Buffets.

Nos escamamos un poco cuando al poner la dirección en el GPS, éste nos llevó a un polígono industrial. Y aún nos sorprendió más cuando ya en el polígono vimos que el restaurante estaba dentro de un módulo en forma de pirámide, compartiendo espacio con un gimnasio y una bolera. ¿Pero esto no era un restaurante gourmet?

Cuando llegamos estaba cerrado pero al poco empezó a formarse una cola larguísima de gente y allí que nos pusimos. Y sí, efectivamente, cuando abrieron las puertas vimos que el gran buffet de productos gourmet estaba allí en el polígono...

Les Grands Buffets es un restaurante tipo buffet libre, es decir, se te asigna una mesa y tú te levantas cuantas veces quieres a servirte lo que te apetece. Pero a diferencia de lo que conocemos por aquí, tienes un camarero que te atiende si lo necesitas, la decoración es elegantísima y lo más importante, la comida es de alta calidad. Está representada toda la gastronomía tradicional francesa. Son especialmente espectaculares las zonas de quesos, de patés y de mariscos.





Y los postres, claro...


Como pone en su propia web... ¿Y todo esto cuánto vale?. Pues en 2019, 38€ por cabeza, menores de 6 años gratis. Así que para quién le interese la gastronomía es una experiencia super recomendable. Eso sí, hay que reservar con bastante antelación. Además hay varios turnos de comidas, así que si escoges el turno de las 19:00 como nosotros, te comprometes a dejar la mesa libre en dos horas, para que la vuelva a ocupar el turno de las 21. Pero vamos, que nosotros estuvimos las dos horas pactadas y salimos de allí rodando.

Continuará...

Relato de viaje a Narbona y alrededores, por Miriam.