Hay ocasiones en las que el cuerpo
te pide viajar y otras en las que te pide unas buenas vacaciones. Y este año
nos pedía eso, descansar. Además sólo disponíamos de una semana libre y por lo
tanto el destino tenía que ser (relativamente) cercano y la preparación previa
muy sencilla.
Tras darle unas cuantas vueltas al
asunto nos decantamos por las Islas Canarias y concretamente por la isla de La
Palma. Reúne unos cuantos requisitos: destino nacional, no excesivamente
masificado, perfecta para recorrerla tranquilamente en una semana y con buen
tiempo casi asegurado. Así que en este relato de viaje a La Palma desgranaremos
los más y los menos de nuestra escapadita veraniega.
Como he dicho, los preparativos
fueron de lo más sencillo: vuelo directo de Vueling Barcelona – La Palma, con
salida el sábado y vuelta el sábado siguiente. Coche de alquiler para una
semana. Y por último, apartamento con piscina en la zona de Los Cancajos. Esta
fue la única pega del viaje.
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Que nos vamos de vacaciones! |
La Palma tiene un clima muy similar
durante todo el año, lo que para nosotros sería primaveral, manteniéndose casi
siempre entre los 20 y los 25 grados. Pero “padece” de un fenómeno
meteorológico muy curioso y que hace que la isla se divida en dos zonas
climáticas muy diferenciadas: el este y el oeste. Debido a su peculiar
orografía, los vientos alisios que soplan en verano provocan una acumulación de
nubes en las zonas del norte y del este que dan lugar a unas temperaturas más
frescas de lo que cabe esperar. Así, la isla queda dividida por un eje norte-sur
en una zona soleada y una nubosa. Esto es importante tenerlo en cuenta, ya que
si se persiguen unas vacaciones de sol y playa habría que alojarse en la zona
oeste. Justo al contrario de lo que hicimos nosotros (ya he dicho antes que la
preparación del viaje fue nula y no íbamos informados). Este fenómeno se
aprecia claramente cuando se atraviesa el Túnel de La Cumbre, en la carretera
que une Sta. Cruz de La Palma con Los Llanos de Aridane. Un auténtico túnel del
tiempo, en el que en pocos km de distancia, la diferencia de temperatura y luz
es notable.
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Cascada de nubes bajando hacia el lado este vista desde la zona soleada |
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Cascada de nubes bajando hacia el lado este vista desde la zona soleada |
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Nubes en la playa de Los Cancajos |
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El mismo día en Tazacorte |
Nuestro plan, que era de lo más
básico, consistía en levantarnos sin despertador, desayunar y salir de
excursión. Comer por ahí, volver al apartamento para la siesta y por la tarde
disfrutar de la playa o la piscina. Pues bien, esta última parte del plan solo
la pudieron cumplir los miembros más aguerridos de la familia, ya que con una
temperatura de 19-20 grados y un viento que se lo llevaba todo por delante, una
no es capaz de bañarse, qué queréis que os diga…
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Nuestra preciosa piscina y sus nubes |
Santa Cruz de La Palma y Los
Cancajos
La primera es la capital de la
isla; la segunda es una zona turística a pie de playa, con varios apartamentos
y hoteles y algún que otro supermercado y también algún bar. Aquí estábamos alojados nosotros.
Ambas zonas están separadas a unos 10 minutos de coche así que varias tardes y ante la
imposibilidad del ansiado baño en la piscina, acabamos de paseo por la
capital.
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Playa de Santa Cruz de la Palma |
Cuando digo capital no hay que
imaginarse una gran ciudad. Santa Cruz cuenta con unos 15500 habitantes (2019)
y por lo que leímos por ahí, este número va disminuyendo. Está ubicada en una
gran bahía y rodeada de altísimos acantilados, lo que da a sus calles y plazas una
peculiar distribución, cuesta arriba, cuesta abajo. Tiene un gran patrimonio histórico, tanto anterior a la
colonización española como posterior, ya que siglos atrás fue un puerto
estratégico para los navegantes de rutas atlánticas.
Nosotros la recorrimos de forma un
tanto desordenada y sin rumbo fijo. Por un lado la Avenida Marítima con sus
balcones de madera, yo creo que la estampa más conocida de Santa Cruz. Paralelas
a ésta, las calles O’Daly y Pérez de Brito, las arterias comerciales de la
ciudad, que además son una sucesión de plazas y casas de personajes ilustres.
Y en un extremo, el Barco de la Virgen, construido a imagen de la Santa María y
que ejerce de Museo Naval. Más allá el Castillo de Santa Catalina y la Ermita de las Nieves. Nos queda el
recuerdo de una ciudad que parece un pueblín, muy cuidada, agradable, tranquila
y fotogénica.
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Balcones típicos canarios |
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Casco histórico de Sta. Cruz |
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Casco histórico de Sta. Cruz |
Un par de noches nos quedamos a cenar
al fresco, en dos restaurantes que están situados uno al lado de otro en la
placeta que hay justo detrás de los balcones típicos. Siempre los encontramos a
tope de gente, la verdad es que la plaza es muy agradable y tentadora y nos
pareció que era un sitio de reunión habitual, tanto para los palmeros como para los visitantes. Aquí probamos el Barraquito, el
café canario por excelencia, que se compone de leche condensada seguida de un
chorrito de licor (suele ser Licor 43) y café con leche hasta completar el
vaso. Por encima de la espuma de la leche se espolvorea un poco de canela y se
coloca una rodajita pequeña de cáscara de limón. Todo muy
instagrameable, jeje. Aunque yo fui incapaz de acabármelo porque aunque estaba
bueno es hiperdulce y el dulce no es mi fuerte.
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Un barraquito, mi niña! |
Los Cancajos es el barrio marítimo
donde teníamos fijado nuestro alojamiento. Por lo visto había sido una antigua
zona de pesca, ahora reconvertida en el centro turístico de referencia de la
zona este de La Palma. Insisto, cuando digo centro turístico no hay que
imaginarse Benidorm ni Salou. Jamás encontramos masificación ni construcciones
aberrantes en ningún sitio.
El litoral de Los Cancajos es, para
mí, espectacular. Metros y metros de playa de arenas negras y rocas volcánicas.
No llegamos a disfrutar del agua, por el tema del viento y las nubes que nos
acompañaron toda la semana. Pero los paseos por la tarde no nos los perdimos.
También nos apuntamos a una actividad nocturna que lleva la empresa Ad-Astra y
que consiste en un paseo por el litoral para conocer un poco mejor el Sistema Solar y las estrellas que pueden verse desde allí. No en vano, el cielo de La
Palma está considerado el más limpio del mundo y es una referencia mundial para
la Observación Astronómica.
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Paseo litoral de Los Cancajos |
Por cierto, cerca de Los Cancajos está la Villa de Mazo y allí fuimos a parar una noche en busca de un restaurante recomendado en varias webs. Se trata de Casa Goyo, una casa de comidas histórica donde comer pescado fresco y otras delicias canarias. Está justo pasado el aeropuerto y no es difícil de localizar. Tiene una distribución muy peculiar, está todo al aire libre y nosotros también lo recomendamos desde aquí porque cenamos estupendamente.
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Las lapas de Casa Goyo |
Continuará....
Relato de viaje a La Palma, por Miriam...
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