... viene de Ibiza en primavera (II)
El tercer día, lo pasamos cerquita de casa. Bueno, excepto
para comer, ya que se nos metió en la cabeza volver a Can
Cires (el día anterior, martes, nos lo encontramos cerrado).
Y hoy empezamos por algo más festivo, la primera visita del
día la hacemos al “Hippy Market” de Punta Arabí. Este mercadillo tiene lugar
todos los miércoles a partir de las 10 de la mañana, en Es Canar, dentro del
mismo municipio de Sta. Eulària. Dice ser el más antiguo de Ibiza y su historia
se remonta a los años 70, cuando los hippies que vivían en este lugar se
reunían aquí para vender su artesanía. Ahora está dividido en varias zonas (incluso
una infantil donde hacen talleres), cuenta con más de 500 tenderetes, se
ofrecen actuaciones musicales y hay varios puestos de comida. Nosotros
estuvimos toda la mañana haciendo fotos y alguna compra… Recomiendo llegar a
primera hora, ya que conforme pasa la mañana se llena de gente. Llegaban
incluso en autocares.
De aquí nos fuimos a comer a Can Cires, en Sant Mateu,
totalmente recomendable. Ya nos hemos quedado contentos.
A todo esto, aún no habíamos visto nada de nuestro propio
pueblo, Sta. Eulària, así que después de comer volvemos a casa a echar una
siesta y por la tarde hacemos “turismo doméstico”. Santa Eulària pueblo es una
localidad con mucha actividad y cuenta con servicios durante todo el año. En mi
opinión, es un lugar de esos donde es agradable vivir. Las dos vías principales
del centro urbano son la calle Sant Jaume (paralela al mar) y el Passeig de s’Alamera
que va a parar a la principal playa de Sta. Eulària y al puerto. En la parte de
arriba de s’Alamera está el Ayuntamiento y en la inferior podéis ver el Pou de
Baix, donde antes se iba a recoger agua para las casas y que ahora es
decorativo. Por lo visto el actual paseo era una acequia que canalizaba el agua
que venía del interior de la isla.
El único río de las islas Baleares (que por cierto, no tiene nombre), nace en St. Mateu y
viene a morir a Santa Eulària. En su desembocadura hay un agradable paseo con
un bonito puente moderno que cruza el río y un puerto para embarcaciones
pequeñas. Para llegar a este área tenéis que salir del casco urbano. Podéis
bordear la playa en dirección opuesta al puerto deportivo y llegaréis aquí.
Se sabe que en esta zona de Ibiza ha habido presencia humana
desde la prehistoria, debido en gran parte a la fertilidad de las tierras
bañadas por el río (y a la posibilidad de construir molinos para aprovechar el
agua). La localidad tal como la conocemos hoy, nació a los pies del Puig de
Missa. En lo alto de este cerro se construyó la iglesia-fortaleza de Puig de
Missa (s.XV-XVI), que en su origen tuvo función defensora, ya que desde aquí se
divisaba el mar y a los posibles invasores. Para llegar a Es Puig de Missa hay
que ir a la carretera de entrada de Sta. Eulària (viniendo de Ibiza) y allí
buscar las indicaciones para subir al cerro. En lo alto hay un pequeño aparcamiento. Toda la colina es una preciosidad. La iglesia
está rodeada de casas encaladas y llenas de flores, un cementerio y un museo.
Las vistas del mar son increíbles. A mí personalmente me transportó a las
iglesias blanquísimas de las islas Cícladas en Grecia.
Cuenta con un porche con varias arcadas y un pozo, al estilo del resto de iglesias. En su interior podemos ver varias capillas y el altar mayor, con un retablo barroco que fue traído por mar desde Segovia, en la segunda mitad del siglo XX.
RELATO DE VIAJE A IBIZA, por Miriam